Si hay una peña que merece una mención más amplia y ser destacada por encima del resto, esta es la Penya Gol de Dalt, oficial en los años 30 pero de la cual se dice que ya tenía actividad en los tiempos del campo de la calle Industria. La gran característica que distingue a esta peña con respecto a las otras es, simplemente, que se hizo oficial en 1935 y fue dada de baja en 2014: nada más y nada menos que 79 años de existencia que la convierten, hasta ahora, en la peña más longeva de la historia del FC Barcelona. De las peñas activas y oficiales actualmente, solo se le acerca la de Castellar del Vallès, fundada en 1952.
La Penya Gol de Dalt aparece en la prensa el 21 de junio de 1935 en El Mundo Deportivo, donde se informa que jugaría un partido amistoso dos días después en el campo de Les Corts contra el Centro Excursionista. Se puede llegar a la conclusión que era una peña muy bien considerada dentro del Club, y lo demuestra el hecho de poder jugar en el mismo escenario en el que lo hacían las primeras espadas del FC Barcelona cada semana.
Años más tarde, aparece en La Vanguardia del 19 de marzo de 1965, donde se explica la celebración del 30º aniversario de la peña. Este incluiría, entre otras cosas, una exposición de la Agrupación Fotográfica de Cataluña en el propio local de la peña, donde se organiza también el primer concurso fotográfico, con premios incluidos.
Una peña muy vanguardista
En la Revista Barcelonista del 15 de julio de 1969, también aparece esta peña en un amplio reportaje donde se explica que la fundación oficial había sido el 24 de marzo de 1935. No obstante, el texto aclara que esta peña ya había sido fundada, suponemos que de forma extraoficial, por antiguos socios del Club cuando todavía se jugaba en el campo de la calle Industria. Y ya en 1965, hay una información que sorprende por su novedad: además del fútbol, la Penya Gol de Dalt destacaba en actividades como excursionismo, escalada y espeleología. Y atención a su vanguardismo, porque uno de sus proyectos era mirar de conseguir la fusión de todas las peñas ubicadas al barrio de Gracia para crear posteriormente el Casal Barcelonista de Gracia, que sería la sede de todos los barcelonistas del histórico pueblo barcelonés.
Acaban añadiendo que también les haría falta “una ayudita” del FC Barcelona para desarrollar sus proyectos, puesto que la entidad tenía más de 10.000 socios. Está claro, pues, que el mensaje que siempre se ha enviado a las directivas del Club pidiendo el reconocimiento de las peñas como embajadas barcelonistas no es un invento del siglo XXI, sino que ya existía hace muchos años. El problema siempre ha sido la desconfianza que que ha habido hacia un movimiento que, por encima de todo, defiende de forma altruista al FC Barcelona.
El reportaje nos da una relación de la Junta Directiva de aquel 30.º cumpleaños. Lo encabeza el presidente, Ginés Santiago Campillo, seguido de diez directivos más de quienes dice que “muchos de ellos defendieron los gloriosos colores del club en tiempos de Bru, Reguero, Coma, Torralba, Sancho, Samitier, Vinyals, Piera, Sesúmaga, Lakatos, Martínez, Alcántara, Sagi, Blanco, Gracia, Garchitorena, Hormeu, Rodri, etc”.
Múltiples referencias
La última referencia deja de piedra, sobre todo por los nombres de Lluís Bru, Reguero y Garchitorena. El gran portero Lluís Bru jugó su último partido oficial con el Barça justo 13 días antes de la entrada del mítico Ricardo Zamora, el 18 de mayo de 1919. El 19 de octubre de aquel año, el FC Barcelona organizó un homenaje tanto a él como Reguero. En lo referente a Garchitorena, al cual le dedicamos un apartado en el libro “Barça y Cataluña, los Orígenes de la Simbiosis”, jugó su último partido oficial el mismo día que Lluís Bru.
También nos llama la atención que citen a Salvador Hormeu. Según el Gran Diccionario de Jugadores del Barça, es el primer jugador de las comarcas gerundenses que jugó en el Barça, entre 1914 y 1918. En cuanto a Rodri, suponemos que se refiere a un jugador de segunda fila que formó parte de la plantilla del Barça entre 1916 y 1922, y del cual no hay mucha información.
Y si hacemos un salto atrás en el tiempo y nos fijamos en una gasetilla que aparece en la publicación El Diluvio del 16 de julio de 1932, leemos que “ha quedado constituida por un grupo de aficionados la Penya Gol de Dalt”. Incluso se habla de su domicilio en la calle del Hospital número 10, y se pone a disposición de las otras peñas para organizar partidos de fútbol.
Una fundación cargada de misterio
Entonces, ¿la Penya Gol de Dalt se fundó en 1935? ¿O el 1932? ¿Quizás ya existían antes de que el Club oficializara por primera vez una peña del Barça el 1919? Mientras no se encuentre más documentación, quedará como uno de tantos misterios que todavía esconde la historia del FC Barcelona. Finalmente, en el censo oficial de las elecciones a Delegados del Consejo Consultivo de 2009, esta peña todavía aparece como activa hasta llegar al año 2014, cuando desapareció. Qué casualidad: justo un año después de oficializarse todas las federaciones de peñas, o sea, que se cumpliera su gran proyecto de una sede que agrupara todas los peñas de aquella zona.
Este fue el final de la única peña del Barça que sobrevivió al paso de la Guerra Civil, a toda la Dictadura Franquista; que deportivamente ha vivido el Barça de la Edad de Oro, el de las Cinco Copas, la construcción del Camp Nou, el Barça de Montal, el Dream Team, el Centenario del Club y toda la Era Guardiola. Un total de 79 años según unas publicaciones, 82 según otras, y más de 90 si hacemos caso de la información no escrita y que nos ha llegado de generación en generación.