Actualmente, existe la Penya Barcelonista Collblanc-Sants, que tiene su sede delante del acceso 15 del estadio del FC Barcelona. Es una peña que tiene una historia bastante interesante debido a la gran metamorfosis que ha tenido que vivir a lo largo de los años, hecho que la convierte en un caso inédito en el mundo de las peñas.
Todo empezaba en 1946, dos años después de la fundación de la Penya Solera, cuando se funda la Penya de Sants. Una peña que reunía a decenas de barcelonistas del barrio de Sants a los que les gustaba poder disfrutar en grupo los partidos del FC Barcelona y que iban todos juntos cada fin de semana al estadio de Les Corts. También se habla que, a veces, organizaban algún viaje cuando el Barça no jugaba demasiado lejos, a pesar de que, en los años 40, en plena crisis profunda de la posguerra, las economías no estaban para hacer demasiados desplazamientos en grupos.
Paralelamente, en 1956, años después de la llegada del astro húngaro Ladislao Kubala al FC Barcelona, y vista la pasión que había levantado entre los culés, se fundaba la Penya Kubala a Les Corts, prácticamente tocando a l’Hospitalet de Llobregat. Era una peña dedicada al crack del momento y que tomaba impulso al ritmo que el Barça iba coleccionando títulos. Al mismo tiempo que las dos peñas funcionaban en paralelo, y según algunas versiones no consensuadas, se crea también la Agrupación Deportiva Barcelonista Collblanc, una peña que era en realidad un equipo de fútbol.
Baile de nombres y relaciones entre las peñas
En 1963, después de dirigir al FC Barcelona durante una temporada, y con 35 años de edad, Kubala mostraba, ante la sorpresa de todos, su deseo de volver a jugar al fútbol. El Barça se lo negó y, enfadado, Kubala fichó por el Espanyol. Con esta reacción de quien había sido el gran ídolo de la parroquia azulgrana, la Penya Kubala es obligada por la directiva del FC Barcelona a cambiar de nombre. El nuevo nombre escogido fue precisamente el de Agrupación Deportiva Barcelonista Collblanc, de la que hablaremos en otro capítulo.
Tres décadas más tarde, la Penya de Sants sufrió un importante declive en número de socios que no pudieron resistir. Por eso, ya entrados los años 90, llegaron a un acuerdo con sus vecinos de Collblanc, y en 2001 las dos peñas se fusionaban con un nuevo nombre que ha perdurado hasta nuestros días: Penya Collblanc-Sants.
Una antigüedad sin determinar
Y es el momento de hacernos preguntas: ¿qué antigüedad se le puede asignar a esta peña? Si hacemos caso a la oficialidad, como se trata de una nueva peña, la antigüedad se tendría que contabilizar desde su nueva fundación en 2001. Tampoco hay que descartar fijar la fundación de la Penya Collblanc-Sants el año en que se fundaba desde Collblanc, puesto que esta era la que absorbería la de Sants. O quizás, ya puestos a datar el inicio, también lo podríamos situar en 1956, que es el año de fundación de la Penya Kubala, predecesora de la de Collblanc. Ahora bien, visto desde un punto de vista de trayectoria histórica, tampoco sería injusto datar su antigüedad en el año 1946, que es cuando se funda la Penya de Sants, lo cual la convertiría en la peña más antigua y longeva de todo el universo azulgrana.
Para colmo, esta Penya Kubala que había desaparecido o cambiado de nombre –según explicaban diferentes versiones– entre los años 1963-65, mientras el húngaro permaneció en Sarriá, aparece en un carnet de fútbol juvenil del año 1967. ¿Conservaron el nombre a nivel interno? ¿Solo a nivel deportivo? Quién sabe. Todo un rompecabezas.
Sea como fuere, parece ser que ni los propios compañeros de la Penya Collblanc-Sants han contemplado la posibilidad de reivindicar el cambio de fecha de la fundación de la peña. Por lo tanto, no hace falta poner en marcha ahora una nueva polémica. En capítulos posteriores, habrá la versión de las actuales directivas de la propia peña. Una conclusión está clara: el mundo de las peñas es todo un universo del que solo se ha explorado un porcentaje mínimo.