El primer territorio en experimentar el gran impulso que significó el Barça de les Cinc Copes y aquellos intensos años 50 fue el Vallès. Ya hemos visto cómo iban aflorando otras peñas en este territorio, muchas de ellas de tipo social, pero sin levantar ninguna sospecha entre las autoridades franquistas. Y es que su objetivo aparente era simplemente organizar autocares tanto al campo de Les Corts como, posteriormente, en el Camp Nou. Una de estas peñas que surgiría con mucha fuerza veía la luz el 1958 en Sabadell: la Penya Barcelonista del Vallès.
La peña fue fundada por grandes prohombres de la ciudad en aquella época; mayoritariamente, empresarios textiles que también se significaban por ser del Centre d’Esports Sabadell. Según explican desde la peña, “actualmente, todo esto ha cambiado mucho”. Sin embargo, la peña sigue ligada a las actividades que se organizan desde la Federació de Penyes Barcelonistes del Vallès. A pesar de no tener aquel empuje que la hizo grande en sus inicios y avanzar a un ritmo mucho más modesto, continúa recorriendo un camino que ya casi llega a los 70 años.
La ciudad de Sabadell
Sabadell es una ciudad que cuenta con atracciones como la Torre del Agua, la Casa Duran, el cauce del río Ripoll, la Ermita de Sant Nicolau y el Santuari de la Salut. Cómo en muchos municipios de la comarca, la judía del “ganxet” es uno de los condimentos culinarios más importantes. La Fiesta Mayor se celebra el primer fin de semana de septiembre, mientras que otra fiesta local es el Aplec de la Salut, que se celebra el segundo lunes del mes de mayo.
En referencia al senderismo, desde la peña apuntan que una buena ruta es la típica por el Rio Ripoll, llegando hasta el Santuari de La Salut o la Ermita de Sant Nicolau. “La zona de Torrebonica también está llena de buenos caminos para hacer a pie y llegar a Terrassa y/o Matadepera. Torrebonica es un espacio libre entre Sabadell y Terrassa. Allí hay una vieja estación fuera de uso; quizás se podría decir fantasma. Sus alrededores están llenos de misterios, muertes extrañas y leyendas. En algunos momentos, se conoció la zona como el Apeadero de la Muerte, dado que muchos viajeros dejaban el tren allí para ir hasta el sanatorio para ser tratados de la tuberculosis. Alrededor de estos tipos de edificios siempre se ha creado una leyenda negra”, explican desde la misma peña.