La comarca del Maresme es una de las más cercanas a Barcelona, por lo que cualquiera podría pensar que sería una de las primeras en experimentar el impulso de la expansión peñística desde el centro neurálgico que representaba Barcelona. Pero no fue exactamente así.
Ya hemos escrito sobre esta comarca en relación con la peña decana, la Solera de Calella. Sin embargo, a pesar de la proximidad con la capital catalana, las dos peñas creadas en los años 50 fueron un espejismo, ya que no habría un estallido de creación de peñas barcelonistas hasta los años 70. En esa década aparecieron siete peñas que se unirían a las dos decanas de los años 50, además de las tres creadas en los años 60, de las cuales hablaremos en capítulos posteriores.
Creación ligada a la final de Berna de 1961
La segunda peña creada durante la década de los años 50 fue la Penya Barcelonista de Premià de Mar. Aunque su año de fundación fue 1958, la peña no sería reconocida oficialmente hasta el 7 de mayo de 1961, cuatro días después de que el Barça accediera a la final de Berna en una dura eliminatoria jugada contra el Hamburgo.
Fueron unas trepidantes semifinales donde el Barça se impuso por 1-0 en la ida, el 12 de abril en el Camp Nou, contra un conjunto alemán que contaba con su gran estrella Uwe Seeler. En la vuelta en el Volksparkstadion, el Barça fue derrotado por 2-1, lo que habría dado la clasificación al Barça si se hubieran seguido los criterios del valor doble del gol fuera de casa que se implantaron años después. En aquellos tiempos, sin embargo, se obligaba a jugar un tercer partido de desempate en un campo neutral, que fue el estadio Heysel de Bruselas. Aquel 3 de mayo de 1961, el Barça se impuso al conjunto alemán por 1-0, obra del gran delantero brasileño Evaristo de Macedo, produciendo un estallido de alegría entre los miembros de la joven PB Premià de Mar.
La alegría se tornaría en gran decepción en la final de la Copa de Europa de Berna del 31 de mayo, recordada como la maldita final de los palos cuadrados, donde el Barça fue derrotado por el Benfica portugués por 3-2. A pesar de esta decepción, la PB Premià de Mar, encabezada por su primer presidente Lorenzo Bruguera, superaría aquel momento y, ya en aquellos tiempos, comenzaría a organizar hasta tres autocares para ir a Barcelona a ver cada partido. Fue una peña que irrumpió con una fuerza extraordinaria que le ha ayudado a llegar hasta nuestros días como una de las veteranas del Universo Culer, y que en breve celebrará 70 años de historia. ¡Casi nada!
Premià de Mar
En referencia al pueblo de Premià de Mar, además de la proximidad marítima, hay que destacar el Museo de la Estampación, ubicado en la antigua Fábrica del Gas de Premià de Mar, construida en el año 1884. También se puede visitar el Museo Romano. De interés cultural, durante la Fiesta Mayor se celebra la representación de Piratas y premianenses, de gran atractivo turístico y cultural. Todos estos son motivos culturales para visitar Premià de Mar, que cuenta con unos anfitriones barcelonistas muy especiales que podrían escribir toda una historia de amor a unos colores.
