Capítulo 36 – Penya Solera Barcelonista de Calella, fundada en 1958

Hablar de la Penya Solera Barcelonista de Calella es hablar de la historia del FC Barcelona, y por eso hemos contado con la ayuda de tres miembros de la peña para que nos expliquen algunos aspectos peculiares de esta entidad y del territorio. Son el presidente Isidre Argelés i Rodríguez, el historiador y escritor Josep Maria Colomer i Mir, y el expresidente de la peña y miembro de la junta directiva Fernando Ballabriga i Vidaller.

Primeros años

En 1958, seis calellenses culés fundan la Penya Solera Calellense, con sede en el Bar Moderno de Ca L’Horta, apadrinada por Eulogio Martínez. En 1978-79, con motivo de la final de la Recopa de Europa, se organiza desde Can Xena (nuevo local social) el viaje a Basilea con dos autocares dirigidos por Josep Roig y su “sardina cantora”.

El 25º aniversario de la Penya Solera fue presidido por el presidente Josep Lluís Núñez y su esposa Maria Lluïsa Navarro, nombrada madrina de la peña y de la inauguración de la bandera de la peña. Se bailaron sardanas, con la participación de la Sra. Núñez, y se creó la mascota “Far i Gol”. A lo largo de los años, pasaron por la peña, en tiempos de elecciones, varios candidatos a la presidencia del FC Barcelona y bastantes jugadores del primer equipo.

En 1992, la peña organizó un viaje en avión a la final de Wembley, saliendo del aeropuerto de Perpiñán hasta el de Stansted, Londres. Por otro lado, el 13 de mayo de 1992 se creó la nueva entidad “Agrupació de Penyes del Maresme”, promovida por las peñas de Calella y Mataró. Joan Juan fue elegido primer presidente. El 3 de agosto del mismo año, se catalaniza el nombre de la peña, que pasa a ser Penya Solera Barcelonista de Calella.

XVIII Encuentro Mundial de Peñas

Después de dos intentos, la Penya Solera de Calella fue escogida como organizadora del XVIII Encuentro Mundial de Peñas, lo que llevó a la creación de una nueva imagen de la peña y un nuevo diseño de la mascota “Far i Gol”. De aquel Encuentro Mundial, celebrado el 20 y 21 de agosto de 1994, se recuerda la celebración de un Foro Samitier con el lema “El Barça y las peñas”, con gran resonancia por lo que allí se expuso. El domingo, con la presencia del presidente Núñez y su esposa, hubo momentos imborrables como la llegada, por primera y única vez, de un tren de dos pisos hasta Calella. Núñez quedó impresionado al mirar por la ventana y ver a miles de culés esperando en los andenes e incluso en las vías del tren.

Hubo pasacalles y el campanario de la iglesia estaba engalanado de arriba abajo con una senyera, una bandera blaugrana y grandes fotos de jugadores del Barça de todas las épocas. Se inauguró el monumento conmemorativo y se celebró la comida de hermandad en la Fábrica Llobet, con más de 800 comensales. Al final de todos los actos, el vicepresidente Sr. Mussons exclamó que “con el Encuentro de peñas celebrado en Calella podemos convenir que ha habido un antes y un después”.

En 2008, se celebró el 50º aniversario de la fundación de la Peña. Pocos días antes, el presidente Laporta había superado por un margen muy estrecho una moción de censura y llegó justo para comenzar la comida en la Fábrica Llobet, engalanada con colores blaugrana. Los diarios publicaron: “inesperado baño de masas del presidente en Calella, se esperaba hostilidad, pero fue aclamado por todos”. Él dijo: “Me he sentido como en casa”. Toda la historia y recuerdos se pueden encontrar en “50 años de la Penya Solera de Calella, una historia a golpes de balón, sentimientos y muchas ilusiones – 1958-2008”.

Actividad actual

La peña continúa con sus actividades, y cada temporada celebra el Memorial Mario Munt, dedicado al jugador con más proyección del FC Barcelona B, y el Memorial Joan Juan Tresserras, dedicado a la mejor jugadora de la temporada del FC Barcelona Femenino. Cada año también celebra su aniversario con una Verbena Popular durante un fin de semana en el Paseo Manuel Puigvert, y con una comida de hermandad en un restaurante de nuestra ciudad.

Cada septiembre, en la Feria de Calella y el Alt Maresme, la peña colabora montando un puesto dedicado totalmente al FC Barcelona. El día 29 de noviembre de cada año, la peña conmemora el aniversario de la fundación del FC Barcelona con un encuentro donde invita a todos los socios y socias de la entidad.

Leyenda de la loba de Calella

En referencia a la población de Calella, hay detrás varios motivos culturales, como la llamada leyenda de la loba:

Quico Urrelli, un día bajando de revisar las tierras del señor Bartrina, comentó que por el torrente de Comas había tenido un gran susto al encontrarse una bestia grande como un lobo. Unos días más tarde, el hecho ocurrió otra vez, pero en lugar de uno, vieron dos. Ante el temor, y para prevenir un ataque de aquellos animales, se puso en conocimiento del alcalde Casillanis (Fonoi) y se ordenó una batida. Subieron por la riera y, cerca del lugar donde se habían producido las apariciones, montaron guardia. Al poco tiempo, acostadas en medio de un campo de patatas, dormían las dos bestias. Al grito de “¡fuego!” resonaron varias descargas. Una de aquellas bestias resultó muerta y la otra huyó campo a través

El lobo, que era una hembra (loba), fue expuesto en el porche de la masía del alcalde. El veterinario opinaba que la bestia muerta pertenecía a una nueva raza de perros llamados “perros lobo”. Mientras tanto, en la finca de Can Moré, entre Calella y Sant Pol, una señora de la familia Montané había dado la alarma de que, de la pareja de perros lobo (una raza desconocida para la mayoría) que tenía para vigilar la finca, la hembra no había regresado a casa. Al poco tiempo, apareció el masovero diciendo que en Calella habían matado un lobo. Aquella buena mujer, temiendo lo peor, se presentó en Calella, donde montó un espectáculo en casa del alcalde. No había manera de consolarla, mientras no paraba de llamarles ignorantes, analfabetos y muchas cosas más. Desde entonces, cada vez que en los pueblos vecinos se hacía referencia a nuestra villa, soltaban aquel mote de “Calella la loba”.

Monumentos históricos en Calella

A pesar de la espectacular transformación del municipio a partir de los años 60, Calella conserva, en buena parte, la estructura urbana de su núcleo original. La parte más interesante de la ciudad es el entorno de la Plaza de la Villa, donde a partir del siglo XIV se celebraba el mercado que originó el posterior crecimiento urbano. Vale la pena destacar los diversos casales góticos, que conservan en gran parte la estructura original y los elementos decorativos del siglo XVI; portales dovelados, etc. Dentro del mismo sector, está la capilla de San Quirico y Santa Julita, del siglo XVI, y no muy lejos se encuentra la iglesia parroquial de Santa María y San Nicolás, obra barroca del siglo XVIII, que conserva en la portada magníficos relieves de Jean de Tours procedentes del primitivo altar del siglo XVI.

También se pueden visitar el Museo Archivo Municipal y el Archivo Histórico, donde se conservan obras de artistas locales y pergaminos de la historia de la ciudad desde sus orígenes. En los siglos XVIII y XIX, dejaron huella fundaciones religiosas como los Capuchinos. Finalmente, la arquitectura del siglo XX se expresa en diferentes lenguajes estéticos con numerosos edificios de comienzos de siglo del arquitecto municipal Jeroni Martorell. Queda también, especialmente, el enorme complejo de la antigua fábrica textil Llobet y Guri, ahora patrimonio de la ciudad. El Faro, emblema de la ciudad, construido en 1860, vigila la ciudad y a los navegantes desde la cima del Capaspre. También hay itinerarios para disfrutar de la naturaleza, como El Faro, las Torretes, el Parque Dalmau, la sierra del Montnegre, e itinerarios ecológicos a pie y en bicicleta.