Los instantes previos al partido del pasado lunes entre el Barça y el Girona pusieron de manifiesto, una vez más, la gran concordia y respeto que existe entre las aficiones de ambos equipos, y en particular entre sus peñas. Pocas horas antes del pitido inicial, la Confederació Mundial de Penyes recibió en su sede, frente al Spotify Camp Nou, a una delegación del movimiento de peñas gerundenses, que estuvo encabezada por el presidente de la Federació de Penyes del Girona FC, Cristóbal Sánchez.
Antoni Guil, presidente de la Confederació Mundial de Penyes, fue el encargado de recibir a la comitiva albirroja e hizo entrega de una serigrafía enmarcada a Cristóbal Sánchez como recuerdo de este encuentro. Además de Guil, estuvieron presentes Quim Vall-llosera, presidente de la Federació de Penyes Barcelonistes del Gironès, Selva, Garrotxa i Pla de l’Estany; Ramón Fibla, presidente de la Federació de Penyes Barcelonistes de les Terres de l’Ebre, acompañado del delegado del Consejo Consultivo en este territorio, Siscu Pinyol; Juan Carrión, presidente de la Federación de Peñas Barcelonistas de Murcia; y Miquel Gomis, presidente de la Federació de Penyes Barcelonistes de València i la Marina Alta.
En Girona también se vio la afinidad entre las peñas
El buen entendimiento entre las peñas del Barça y el Girona ya quedó reflejado con motivo del partido de la primera vuelta entre ambos equipos, en esta ocasión con Girona como escenario. Allí, la Federació de Penyes del Girona FC, la Federació de Penyes Barcelonistes del Gironès, Selva, Pla de l’Estany i Garrotxa, y la Federació de Penyes Barcelonistes de l’Empordà i Catalunya Nord organizaron el coloquio “L’afició i el futbol modern”.
La charla tuvo como ponentes a diversos nombres del periodismo y la cultura, a los que se unió Jorge Guerrero, presidente de Aficiones Unidas. Precisamente, tanto la Confederació Mundial de Penyes del FC Barcelona como la Federació de Penyes del Girona FC pertenecen a este organismo, que agrupa 36 federaciones de peñas de clubs de 1ª y 2ª división, y promueve el respeto y concordia entre todas ellas. Unos valores que culés y gerundenses siguen demostrando cada vez que a sus equipos les toca enfrentarse.
