El año 2019, la Confederació Mundial de Penyes del FC Barcelona celebraba el Centenario de la primera peña oficial del FC Barcelona. Eran los 100 años de una oficialidad, pero ¿de dónde viene de forma no oficial esta necesidad de asociacionismo entre los socios del FC Barcelona? ¿Dónde está el big bang, la chispa de salida, el lugar donde los barcelonistas deciden encontrarse para hablar de fútbol?
Todo apunta a que este lugar era el quiosco de Canaletes, alrededor de 1909. Allí, empezó un viaje apasionante y que ha progresado a través del tiempo hasta llegar a nuestros días, en los que nuestro movimiento es un fenómeno mundial digno de admiración por todos los clubes del mundo.
El emprendimiento de Esteve Sala
El quiosco de Canaletes, en lo alto de la Rambla, representa uno de los primeros símbolos de la historia de nuestro Club. Originalmente, el Ayuntamiento tenía una barraca de madera dedicada a la venta de bebidas, junto a la famosa fuente de Canaletes, pero llegó el joven empresario Esteve Sala, que la alquiló, la derribó y construyó un quiosco modernista de bebidas refrescantes. Sala era un negociante de la hostelería, propietario del Hotel Oriente y barcelonista de primera hora, que acabaría siendo presidente del Club en 1934/35.
Con el paso del tiempo, la novedad del quiosco fue cuajando entre los seguidores del fútbol en general, que a partir del año 1909 sabían por vía telefónica los resultados de los partidos en el campo de la calle Industria justo cuando acababan. Además, el quiosco servía de punto de acogida de los aficionados que querían charlar sobre aquello que habían vivido en el campo. Lo podríamos considerar la primera tertulia futbolística.
El quiosco se fue popularizando y se consolidó como lugar de encuentro del barcelonismo “militante” hasta el 1951, cuando fue derribado por las autoridades franquistas. La excusa fue una nueva urbanización de la Rambla, pero otras versiones explican que se temía que aquel fuera el escenario de otro tipo de tertulias ocultas tras el fondo futbolístico. Desaparecido el quiosco, la tradición continuó en la fuente de Canaletas, situada justo al lado. Hoy en día, todavía se celebran allí los éxitos culés.
La semilla de las peñas
Así pues, si hacemos caso a la definición “una peña es un conjunto de personas que se reúnen con una fuerte convicción hacia un mismo interés deportivo o cultural que las une de forma firme”, ciertamente aquel fue el lugar donde todo nació. Allí se produjo la transformación generalizada de un deporte que se practicaba en un espectáculo que se disfrutaba. Y, claro está, como buen espectáculo, su final daba paso a comentarios, debates y opiniones sobre si lo visto era satisfactorio o criticable; y tampoco se libraba la actuación individual de los actores que habían intervenido.
El lugar para hacer todos estos comentarios no era otro que aquel bello quiosco situado junto a la emblemática fuente barcelonesa.